miércoles, 22 de agosto de 2018

Atea de ti

Nunca fui un milagro.
Solo creo en mí.
Nunca fui barco,
solo mar.
Azul rebelde.

Siempre fui a destiempo,
marcando cada compás
al ritmo de un vals nuevo.

Siempre intenté salvar, por amor,
lo que tantas veces me intoxicó.
Ahora y siempre, a la deriva,
solo habrá ruinas,
y no, por una vez no son las mías.

Intento cumplir mis propósitos de año en año
y eso marca la diferencia entre tú y yo,
que no cumples ni las promesas
ni las verdades que proclamas,
y así, todo fracasa
porque si crees en algo vuelas alto
si no, todo es barro.
Todo es caída.
Ahora entiendo el significado de amor,
después de tanto, lo entiendo
después de nada, todo,

después de ti, todo.

miércoles, 9 de mayo de 2018

Contigo.

Que la vida es sueño decía Calderón de la Barca
y es que la vida, a tu lado, es, mientras soñamos. 
Esta vida que recoge náufragos que están perdidos a la deriva
mientras nadan hacia tierra firme buscando su orilla.
Algo así, me pasó contigo, vida,
nadando sin encontrarme me diste la mano
con intención de cuidarme y no ahogarme.
Llegué a tu isla como quien llega a un lugar nuevo,
con tanta inocencia y dulzura 
que las ganas de explorar se quedan cortas después de muchas millas.
Me das vida,
la sonrisa que sale sola a distancia,
las ganas de tu abrazo como bote salvavidas,
el hambre voraz de ti y crecer contigo,
el echar de menos como excusa para vernos.
El no vengas, que ya estoy yendo.
Me haces más humana
y más viva
porque de qué sirve tener vida 
si no sientes cada instante. 
Que quizás la primera letra de tu nombre 
no indica nada, pero a veces
hay que saber ver las señales
y yo
Contigo quiero
Crecer despacio
Construyendo poco a poco
Cada paso hacia delante y 
Cambiar los naufragios por
Caricias en el pecho que
Curen todos los miedos
Cerca de ti.

miércoles, 14 de marzo de 2018

Marzo

Me paro a pensar en medio de este ruido,
me paro a pensar que el mundo baila a mi alrededor mientras mi piel se desgasta
entre humo y paredes de soledad blanca.
Sacadme a bailar,
enseñadme el ritmo de los días que no se dejan llevar por la rutina.
Trabajo ocho horas al día,
busco constantemente mi libertad
y a veces me ahogo en charcos de agua negra
con complejo de inferioridad.
Respiro por inercia
y caigo sin necesidad,
desafiando cada segundo a la gravedad de los problemas dentro de mi cabeza.
Desato las alas en otras espaldas mientras las mias piden unas vendas que las ayuden a volar,
unas manos que quieran agarrar
una vida de risa y paz.
Soy de barcos y no de anclas,
pero cuando llego a buen puerto
me nacen flores del pecho
y así inicio el vuelo.
Me han visto brillar
y aún hoy sigo buscando
en cualquier atisbo de luz motivos para avanzar
persiguiendo sueños con estos versos
dejando atrás la oscuridad.