sábado, 15 de marzo de 2014

Quedar(nos).

Nos pensamos, luego dejamos de existir.
Y duele, duele tanto que nos abandonamos
como las cosas sin importancia,
para volver a abrirnos el pecho en cada descuido
                            y
            querernos un poco más.

Nos hemos dejado de mirar como antes, tantas veces,
que además de perder la cuenta, caímos desde tan alto
que nos rompimos en mil pedazos.

Si se trata de sujetar corazones
yo siempre soy voluntaria
pero en mio ya está en la cola del desconsuelo
de la mano de nuestro recuerdo.

Nos hemos dañado a partes iguales
mientras la vida corría en dirección huida
y nuestros deseos se apagaban poco a poco
en un camino sin importancia.

La calma ha dejado de andar con tus pasos
y mis abrazos ya no sostienen tus escalofríos.
Podemos quedarnos a ver como se derrumba todo
dar media vuelta y morir,
o quedarnos a luchar por aquello que soñamos
                                                                       y vivir.

Como podrás leer mis ganas llevan tu nombre.
Pero es que mi desesperación también.
Y qué.
Yo me arriesgo contigo las veces que nos falten.



No hay comentarios:

Publicar un comentario