jueves, 27 de marzo de 2014

Des-quererte

El amor es (auto)destrucción
cuando lo vives desde tan dentro
que revientas cada vez que no te toca.
Yo estoy en constante recuperación.

Hoy el cielo es fuego, y yo sin embargo
sigo tan fría que tengo miedo de no volver a verte.
No hago otra cosa que apagar tus incendios.

Vienes, revolucionas mi vida, te quedas a mirar
cómo te quiero y corres.
Dentro de nosotros la tormenta ya ha parado,
por cansancio más que nada.

Ahora llevo abrigos con bolsillos
donde meto las manos a ver si encuentro
un poquito de desolación porque dicen que
los reproches están muy vistos.

El amor cuando no duele, no existe.
Mi corazón no para de lamentarse.
Yo no dejo de (des)quererte.
El bucle más bonito jamás sentido.
Mis clavículas ya no aguantan más la torpeza de la vida.

Ya no me ahogo en mis dudas
porque lo he visto claro,
te he visto y he nadado
hacia el extremo contrario.

Ojalá fuésemos todo aquello que un día llegamos
a ser bajo sonrisas de invierno y dejemos de culparnos y dolernos.

He de decir que yo elegí la salida que más daño nos causó,
pero no me arrepiento porque para eso está el tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario