Domingos pre-románticos.

Depende del día yo los ojalá me los como de un bocado,
o  me pierdo en cada una de sus letras.
Hoy, hoy es domingo y estoy confusa, por ti,
y tus manías de no dar señales, ni siquiera, de amor.
Fin de semana pre-romántico en el que me toca habitar
un corazón que no es el mio, y es que, se esta tan bien
de ocupa en cada uno de tus ventrículos,
que compensa la soledad que hay mis ojos.

Aún así, tengo ganas de volver a ser superviviente en cada calle,
esquina o sonrisa de tu cielo, y ya que suena Jack Johnson
acompañándome en  la entrada de un nuevo invierno,
en el que los días se esconden, antes de nuestro primer beso,
tendremos que aprovechar y darnos prisa en querernos.

Tengo al lado una carpeta plagada de papeles que hablan de mi mundo
 y un vaso medio vacío en el que quizás, se pierda mi futuro,
 pero es domingo y como siempre, desde que somos vida,
anochece antes y anhelamos más los precipicios por los que un día ya caímos.
Mañana vuelve a aparecer la rutina vestida con fuerza,
mientras que hacemos lo posible por mantenernos en pie, y lejos de ella.