Has aparecido en forma de huracán
como quien llega sin maleta a un sitio
sabiendo que ese es su lugar
en el momento y tiempo concreto
y no quiere dejarlo pasar.
Estoy aprendiendo a ser luz
y nunca he visto nacer
pero sí sé que podemos brillar más
en medio de la nada
si me miras y sonrío.
Estoy lamiéndome las heridas
mientras me observas sin decir nada
y me paro a pensar que las islas
a las que vas a parar después del naufragio
nunca se eligen.
La vida está brillando,de vez en cuando llueve
pero me estás enseñando a renacer
en medio del barro y joder,
ojalá nos diluvie si me vas a besar
en el próximo semáforo.
Deje de prometer hace mucho tiempo
cuando vi que las promesas no se cumplían
y se ahogaban en un vaso medio lleno de tequila,
promesas vacías en las que siempre perdía,
pero te estoy susurrando que sonrías alto,
llenándome las mañanas de melodías y abrazos,
de Andrés y besayunos, de vida y restos.
Intentaré como siempre y desde siempre
no ser regla, ser felicidad en vena,
pasa...
Déjate llevar.
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