jueves, 26 de septiembre de 2013

Propuestas decentes en un mundo indecente.

Esas ganas que tenía de tenerte de más y no cansarme,
para dejar así de echarte de menos.
Me he dado cuenta de que estoy viva de ti y para ti.
Pero hay un problema, no sé si tú sigues estando ahí.
Búscame y bésame esas cicatrices que ahora persiguen mis sonrisas,
inténtalo, es bonito y ya va siendo hora de curarme. ¿No?


Te propongo un plan: derrapa en mi piel con cada caricia
y déjame que cuente cada centímetro de nuestro mapa
para luego poder perderme en ti.
Este plan es lo que más necesito ahora.

Ah, por cierto, la otra noche esperé
 agarrada a la almohada a ver si aparecías
 y hacías temblar a la madrugada, pero no.
 Yo, sin embargo, conseguí temblar de cansancio,
ya sabes, esa fórmula de dar y no recibir
 la controlo de maravilla.


Ya que nos ponemos,
te hago una última propuesta,
que hoy derrocho sentimientos. 

¿Qué te parece si salvamos el mundo bajo las sábanas?



Aunque, ahora que lo pienso,
 primero te toca salvarme a mí bajo la mirada de la Luna.

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