martes, 28 de junio de 2016

Tiempo

Me mata el tiempo.
Todo el tiempo que no vivo.
Todo el tiempo que hago cosas que debo.
Porque el deber dicen
que siempre es lo primero.
¿Y qué pasa con el hecho de querer ser feliz?
Debería ser siempre lo primero.
Me mata todo el tiempo que no paso
 y quiero estar contigo.
Me mata el tiempo que pierdo asumiendo que quiero más tiempo.
Me matan los minutos vacíos
los segundos muertos en vano
mientras mis manos envejecen.
Me mata el tiempo que no tengo
el que te debo, el que me roban
y el que pido.
Me mata pedir tiempo,
ver como se esfuma
y seguimos besando a la rutina
por miedo a salirnos de los esquemas
que marca
no sé qué -no sé quién- qué sé yo.
Me mata el tiempo,
tic- tac
tic-tac
llevo un reloj en la muñeca
que intento no escuchar
porque no quiero que nada marque
mi tiempo, mis instantes,
mis vidas en cada instante.
Mi vida.

Escribo esto pensando que mañana sonará el despertador acabando con mi sueño,
con mi paz y que como otro día más le haré caso a la rutina y al tiempo.

Otra vez, vuelta a empezar.

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