lunes, 27 de enero de 2014

Echarte de -

El invierno suena, suena
a tus párpados cerrándose
y a mi risa controlándose
para no despertar a nuestros dormidos corazones.

Tus ojeras cansadas serían la piscina perfecta
para pasarme media vida nadando en ellas
con tal de no hundirme en una vida sin ti.
Una vida sin ti, con infinitas ganas
de pasarla contigo. Eso es.

Ahora comprendo que echar de menos
también puede ser una declaración de dolor.
Que quererte más que nunca y
menos que siempre es mi forma intencionada de recordarte.

Tu tristeza echó raíces en mi pecho, y fíjate,
te has quedado en mi pensamiento como un simple recuerdo
a pesar de que cada uno de los segundos de mi día
estén sujetados por tus manos.

Quiero que seas en todas tus formas, conmigo,
para poder así dejar de echarte de menos.


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